martes, 14 de abril de 2009

Confesiones de una pieza de puzzle.


¡Si! Se lo que estás haciendo. Te he estado observando, pero tu no lo sabes. No se cuales son tus verdaderas intenciones, mas pienso averiguarlo. No dejare que te salgas con la tuya esta vez. Yo iré un paso por delante de ti, e iré mirandote, observandote... cada paso que des, yo estaré hay para ver donde pisas. Cada vez que me digas una de tus frases, yo la separaré en palabras, y cada palabra en su letras y formaré el verdadera mensaje que guardas bajo esa sonrisa sibilina. Esta vez no quiero formar parte de ese plan maestro que deseas realizar. No quiero volver a ser una de las piezas fáciles de tu puzzle. Está vez seré la pieza que te cuesta encajar, la pieza defectuosa que vino de fábrica. Si me quieres encajar deberás recortarme con tijeras, doblarme, y apretarme contra el tablero.

Eso, sería mi ideal. Pero al final, acabaré por volver a ser la simple esquina de tu puzzle, nunca tendrás problemas en encontrar mi lugar, no te daré dolor de cabeza, ni te acordarás de mi porque pasaré rapidamente por tus manos. Cada vez que me hables, me perderé en tus palabras. Y a cada paso que des, yo iré pisando tus pisadas como si de un juego se tratara.
Simplemente, soy una pieza más.

1 comentario: